LA HISTORIA DE SAN VICENTE
La privilegiada situación de San Vicente de la Barquera ha favorecido el poblamiento de la zona desde la prehistoria, no obstante no se conocen muchos datos de esta época de la que se conservan un pequeño número de restos. Los primeros habitantes conocidos fueron los orgenomescos, tribu de cántabros que utilizaron el puerto natural de San Vicente como salida al mar en la época perromana.
Este poblamiento costero de la época
primitiva fue repoblado en el año 149 por Zenón, jefe de
los cántabros, cuando ya recibía el nombre de Evencia.
Ya en la época medieval
(siglo VIII) Alfonso I el Católico, yerno de Pelayo, fortificó
y repobló la villa con cristianos rescatados de los moros.
El primer documento en el que se configura San Vicente de la Barquera con su actual nombre y en el que recibe estatuto jurídico de población, es el de los Fueros concedido por Alfonso VIII en el año 1210 dentro de su política de desarrollo marítimo y comercial de sus puertos.
Dicho Fuero y los privilegios otorgados posteriormente por los reyes tuvieron una transcendental influencia en el desarrollo de la villa que fue en paralelo con las de las famosas Cuatro Villas de la costa. Se inicia entonces la época de mayor esplendor para San Vicente, la cual se encuentra íntimamente ligada con su historia marinera, participando en las más destacadas gestas del momento, como fueron la reconquista de Sevilla y de otras ciudades del sur y participando, a juicio de diversos historiadores, por medio de sus naves y hombres en los primeros viajes que realizó Cristóbal Colón a América. Las expediciones a Terranova para la pesca del bacalao, las pesquerías de Irlanda y del norte de África y sus fuertes equipos balleneros dieron a la villa un gran auge industrial y comercial.
La llegada a la villa en el 1517 del futuro emperador Carlos I y las crónicas existentes de sus estancia constituye también uno de los momentos más importantes de su historia.
Diversas catástrofes naturales a través de incendios y epidemias, junto a otros avatares económicos, políticos y militares, provocaron el declive de la villa que duraría muchos años.